¡No a la edición genética en el maíz, ni en nuestra agrobiodiversidad!
La edición genética no puede considerarse una tecnología libre de riesgos hacia las personas y los ecosistemas, e implica incertidumbres que no podemos asumir. Hoy hay quienes, ignorando las lecciones sobre flujo génico y efectos indeseados e impredecibles que hemos aprendido con los transgénicos, impulsan su adopción y proponen su uso en cultivos de los que México es centro de origen y diversidad. La biodiversidad y la agrobiodiversidad con todo su valor cultural y social, están bajo presión, en muchos casos en situación crítica. La incorporación de estas tecnologías introduce nuevos riesgos. Por lo anterior, más de 90 organizaciones y cientos de científicos de todo el mundo pugnan actualmente por una moratoria de la ingeniería genética en la naturaleza. Dicen, con razón, que la "naturaleza no tiene botón de deshacer". Estas tecnologías, una vez liberadas al ambiente, no pueden eliminarse: los cambios, de ser dañinos, son irreversibles.